Aventuras en la Jungla de la Escuela Elemental

Con este blog comienza una nueva etapa de mis: 

Aventuras en la Jungla de la Escuela Elemental.

Mis inicios

Hace ocho años que comencé a trabajar como maestra, fue en una escuela privada. Ofrecía el tercer grado y tenia algunos 20 estudiantes.  Era un salón pequeñito, mi bolso de materiales era pequeñito y el sueldo tambien era pequeñito.  Pero recuerdo con mucho cariño aquella escuelita, a los niños (que me los encuentro y están grandísimos) a mis compañeras y hasta la Directora, que ahora reconozco, es excelente como persona y como educadora.  Aprendí mucho allí de como ser una buena maestra, pensé que estaba preparada para mi siguiente AVENTURA. Creí que un bachillerato, dos certificaciones y dos años de experiencia laboral me habían dado las herramientas necesarias para comenzar a trabajar un nuevo proyecto, entrar al Sistema de Educación de mi País. ¡Que bonito se oye, hasta patriótico! 

La aventura

Así que hace seis años comencé mi aventura con el Departamento de Educación.  Aún continuo en status transitorio... (cosas del Gobierno).  También yo me siento culpable por mi turno debido a que no he terminado mi maestría.  La detuve cuando quede embarazada de mi chiquito y aún no la termino, grrrrrrrr.  Que no cunda el pánico, ¡retomo ese proyecto en agosto! Wiiiiiiiiiiii!!!
 A ningún maestro le gusta ser transitorio porque te sientes inestable.  Cada año una escuela diferente, un grado diferente, una facultad diferente, una directora diferente y acondicionar nuevamente un salón (que de seguro está patas arriba).  Tenía y tengo dos opciones: me deprimo o saco el máximo de esta situación.   

¿Y que hice?  Pues sacar el máximo, aprender y aprender.

Ahora si puedo decir con certeza que he aprendido muuuuuuucho (y lo que me falta).
Es como una AVENTURA EN LA JUNGLA, es un reto ENORME.  Cada año hago el esfuerzo por aprender lo mejor de cada escuela.  Me hago la idea de que es algo nuevo y me permite sentir la sensación de que no estoy estancada (porque no lo estoy).  


Al conocer una nueva facultad aprendo de sus estrategias, modos de trabajo, organización y de la forma en que interaccionan como profesionales.  Es increíble la cantidad  y la variedad de profesionales que tiene nuestro sistema público de enseñanza, debemos sentirnos afortunados.  Algo pasa allí que nada tiene que ver con los maestros.  De que uno o dos son malitos, pues si, pero son los menos y eso pasa en todas las profesiones (triste realidad).  La gran mayoría son personas excelentes, educadores de corazón que dan el todo diariamente por nuestra educación.  
También he aprendido de los diferentes estilos de dirigir con la gran variedad de directoras que he tenido.  Y de la variedad de estudiantes y comunidades... tengo que escribir otra publicación. 

Aun no tengo plaza para el nuevo año... pero sea cual sea, ya estoy motivada creando materiales e ideando proyectos. 

¿Cuál ha sido tu experiencia como maestra transitoria? Cuéntame...